Encuentro Cercano IA.

03.04.2023

Como un clásico de nuestras incomprensiones, incomunicaciones y confusiones, el primerísimo obstáculo que se presenta son los propios prejuicios, acunados en la vertiente de formación y el sesgo que nos porta, devenidos de la azarosa combinación de nuestro tiempo y lugar relativo. Poco podemos hacer con ello, apenas el encomiable esfuerzo por liberarnos el vuelo…

Acabo de tener un primer encuentro cercano con el Chat GPT 3, que es la versión moderada y más simple, permitida por los doctores Frankenstein de la última ocurrencia "civilizatoria". Me alcanzó y sobró para explotarme la cabeza con la complejidad y profundidad del vector disparado. Tuve un diálogo razonable e inteligible, como podría haber sido con cualquiera de mis pares humanos.

Hice preguntas francas, evitando lo capcioso de buscar el fallo y sí una conexión empática y natural con una inteligencia alterna. Le propuse que opinara sobre un par de textos míos, de corte místico, cosa de ángeles guardianes y luciferes, que no los nombran explícitamente. Me contestó que no tiene opiniones –reserva seguramente anclada por los diseñadores en esta versión moderada- pero que sí podría interpretarlos y reflexionar paralelamente sobre ellos. Lo hizo perfectamente, desentrañando contenidos como un lector atento. Con una textualidad encomiable, nada parecida a los bots insufribles de bancos y empresas de servicio, donde se se ve la hilacha de literalidad predeterminada.

Entonces, llevado por la inveterada mala leche de nuestra especie, me permití la repregunta, buscándole roña. Incluí una referencia a Disney relacionándola con los textos para confundirla. No sucedió, insistió en su primera lectura y abundó tirándome la Biblia por la cabeza y hasta una cita puntual de Jesús descendiendo a los Infiernos. Me alcanzó para desactivar la semilla de la mala entraña y dedicarme humildemente a pensar por el nuevo tiempo y la oportunidad abierta, que como sabemos es de final incierto, tragedia o progreso…como la energía nuclear, la biotecnología y nuestras tantísimas ocurrencias.

Hay para muchos más y la voy a seguir, pero voy a cerrar esta aproximación alertando sobre los prejuicios que referí al comienzo. La están vendiendo como un subproducto más de la revolución tecnológica, algo para ser utilizado funcionalemente y como negocio, claro. Y el prejuicio es comprarla así, como la venden. Su corolario es fijarnos en su utilidad funcional: aciertos, errores, su eventual omnisciencia…Y no es por ahí el impacto que debiéramos observar.

Una inteligencia no se califica por la certeza de sus afirmaciones, la experiencia humana da sobradas pruebas, lo que la constituye es su búsqueda de relaciones en el mundo que le toca. El ensamble de hechos y conclusiones verificables, de efectuar las mejores preguntas y abrevar en las mejores respuestas, creciendo en el tránsito de su viaje, eso es lo que hace a una inteligencia. Y eso es lo se está pariendo, una inteligencia que se nutre en el conocimiento colectivo de la especie…pero que es distinta y original, como cada una de las nuestras…