Hay que dejar la Paja...

23.02.2023

...En el ojo de los/as dirigentes y empezar a mirar seriamente la ingente cantidad de barro en los ojos de los públicos que los/as sostienen. Y digo "público" y no pueblo, y digo bien. Porque la remanida categoría "pueblo" que engola las voces emocionadas de cuanto pescado/a dispone de micrófonos para acariciar la sordera generalizada, no existe. O no lo hace en los términos mayoritarios y hegemónicos que suponen los contenidos del Movimiento Nacional y Popular: una conciencia de destino común de bienestar, solidaridad, paz, seguridad, educación, salud, distribución de riqueza, movilidad...

Todo eso se ha ido perdiendo con el consentimiento explícito de una sociedad de ombligos demandantes y consumidores de migajas caidas del mantel del poder concentrado. Aún quienes sostenemos la memoria activa, en luchas y pataleos varios, de aquella cosmogonía que supo tener proyecto totalizador e identidad, hemos sido inficionados en los hechos por el canto individualista del "sálvese quien pueda". Nos queda el remedo de prácticas que han sido vinculantes y definitorias a la hora de disputar con poder popular, pero que ya no mueven el amperímetro de la tal disputa. Que la movilización, que la organización, que la militancia...

Hemos ido renunciando voluntariamente, a la fricción, la tensión, la incomodidad, la violencia, que supone "pararse de manos" ante tanta humillación e injusticia. Nos cabe perfectamente la plancha de la "democracia tutelada", del "nunca más", "la institucionalidá", que sostienen el desequlibrio, la exclusión y la estafa "deudora". Nos lavamos conciencias pensando en mejores "elecciones", en graciosas "autodepuraciones" del poder real llevadas adelante por los mejores razonamientos posibles, confiamos en un tiempo mejor de organización social y términos de intercambio, que habrá de producirse por nuestro mágico y genuino deseo. Un tiempo que se agota en los hechos, no solo para nosotros/as, sino para toda la especie y su destino amable en el planeta.

Nos tapa la realidad de la colonización de nuestras subjetividades en nobles fragmentos de legítimas aspiraciones, que no se conectan y hasta se contradicen, por la ausencia de un proyecto común de liberación. Mucho negro diciéndose "estos negros de mierda", mucho "derechos humanos" encarcelando esbirros fungibles, pero ajenos a la matriz colonial que los apañó y mantiene la Ley de Entidades Financieras, Papel Prensa en manos de sus apropiadores, la entrega de la soberanía fluvial y territorial, la privatización de servicios públicos esenciales...Mucho "progresismo urbano" defendiendo "derechos ancestrales" desde sus balcones, en ciudades donde hace años gobierna "el enemigo ancestral" que no los ocupa. Mucho "feminismo" que en vez de educar en conciencia, agrede gratuitamente honestidades varias, creencias religiosas populares, desde una superioridad moral autopercibida.

Y tampoco suma la "ortodoxia" nacionalista de un imaginario, el peronista, que supo ser hegemónico dentro del movimiento pero que ya no lo es. Malversado por el ejercicio de quienes debieron ser sus "guardianes". Una "columna vertebral" entregada a lo prebendario. "Señores feudales" sólo interesados en sus satrapías. Politicos profesionales declamando y malversando hasta el hartazgo, "una doctrina" extrañísima a sus prácticas clientelares, kioskeras, de engaño y manipulación. Todos/as desgajando el valor simbólico y efectivo que pudieran tener, aquellas ideas y acciones, en la reconstrucción de una verdadera identidad nacional de destino común...

Ahora sólo nos queda contarla como querramos y la paja...claro.