La Tristeza.

27.02.2021

Me pegó la tristeza,

inhabitual, ajena.

Lo mío y conocido es el enojo.

Me pegó en un costado

de inexistentes defensas.

Imposible de tergiversar

o de cambiar las piezas.

Lastimó un territorio

que no me pertenece.

Donde no puedo calmarme

con usuales placebos.


Me pegó en los hijos.

Una de elles está sufriendo.

Vivo en la cornisa cotidiana

de no tener nada resuelto.

Emparchando presente

con actividad y relato.

No me asusta vivir de patadas

conmigo y con el mundo.

Todo el día azuzando entuertos,

imaginando o creándolos.

No tengo paz y puedo sin ella.

Pero esto es distinto,

no es mío el problema.

Sí en mi corazón, el de ella,

dolorosamente vulnerable.