La Unidad I.

La unidad es quimera,
aspiración de este
plano.
Ficcional que místicos, religiosos,
con naturalidad
aceptamos.
Empezando por lo propio,
mil universos,
fragmentado.
Su hígado no se interesa
lo que vive el
esternón,
o la cabeza está pensando.
Cada quien hace bien
o mal,
lo que genes indicaron.
Se mueren y nacen en su
"yo",
ese que presume del todo.
El que pueblan
anarcos,
otros mundos, otros planos.
Se pone entonces gracioso
cuando del
colectivo hablamos.
Unidades que no son,
con otras
conversando.
Lo único que explica
el monumental
malentendido
de cuanto organizamos.
No somos lo que
parecemos,
ni siquiera cercanos.
Es una gran confusión
de
vivirnos engañados.
Salirse implica un trabajo:
crearnos
una consciencia.
Soberbios creemos tenerla,
entonces no la
buscamos.