Los Nombres.
27.02.2021
Nombramos las cosas,
ideas y emociones,
para trabajar con ellas.
Está bien, así funciona.
Pero el murmullo humano
degrada y empobrece.
El "amor" empalaga pegajoso
en labios perversos o violentos.
La rica idea del "dinero"
la devenimos "mercancía".
Los judíos no nombran a "dios"
y los musulmanes prohiben su retrato.
Ambos sabios en no acotarlo.
Me inspiran los árboles,
los abrazo cuando puedo
en los momentos, pocos,
de andar despierto.
Alguna vez creo me habló
un "Ent" tolkieniano,
cuestiones indescifrables, claro.
Nunca supe sus nombres,
y me pensé irrespetuoso.
Hoy creo que no, que es al revés,
que hago bien, que no me apropio.
Los esenciales no se nombran,
no hace falta.