Me Rindo...

No ante el enemigo, al que seguiré dedicando mis piedras virtuales esperando otras oportunidades y las fantasías asesinas que me calman y predisponen al sueño. Tampoco es por gusto, sino porque el resentimiento y el odio acumulado me constituyen. Son muchos años de verlo depredar humanidad, verlo omnipotentemente ganador y solazándose en ello.

Me rindo a la propia incompetencia, a los paseos placeros, al lagrimeo, al engolado discurso malversador de nuestras mejores aspiraciones. A la imposibilidad de construir alternativa de liberación. Al placebo administrador de "la mierda que es". A la farsa eleccionaria de la democracia tutelada. A la fragmentación encubierta tras las legítimas luchas sectoriales. Al tono farandulesco de nuestras representaciones. A las simplificaciones edulcoradas del "amor" y "la paz".

Me rindo a la soledad acompañada de otras soledades. A la ilusion de la marcha colectiva de ombligos individuales. A la sordera estructural de las subjetividades colonizadas. Al miedo a la propia transfomación. A la zona de confort internalizada. Al propio palabrerío que no llena ningún vacío, lo encubre y disimula. A la ilusión de un justo estallido y un despertar improbable hasta lo inexistente.

Me rindo a la épica memoriosa de un pasado que acumula derrotas y más derrotas y las cuenta como exitosas. A la objetiva consolidación de lo que no queremos y contra lo cual nos pavoneamos en haber luchado. A los imaginarios resultados, a los parches, al miedo incorporado, a la razonabilidad, a la oportunidad, a la supuesta y consentida "relación de fuerzas"…

Sólo me queda esperar el rosario de diátribas que seguirá seguramente a estas líneas, sin otro resultado que reforzarlas...a eso también me rindo.

* La piedra que ilustra el artículo me quedó pendiente en un corte de luz allá por 2017, me la traje a casa...