Nuestra imaginación no ayuda...

26.02.2023

A ver sobre lo que queremos incidir. Abrumados por la bullanguera intensidad de nuestros deseos y una masa considerable de voluntad transformadora, creemos que todo lo que queremos está a la vuelta de la esquina. Habría que bajarse de ese caballo de entusiasmo sin bajarse del caballo de seguirla peleando. Revolucionario es no engañarse con el tachín, tachín, del propio consignismo. Creer erróneamente, que el 30% de Pueblo propio es mayoritario respecto del 70% de Público Colonizado con que integramos el total...por ejemplo.

Me vienen dos anécdotas al respecto. Una reunión de militancia montonera sobreviviente en San Martín, construcción de Julio César Urien, a principios de la gestión Kirchner. Visita del agregado cultural cubano. Primero fueron los rosarios empalagosos de exaltación a la Revolución Cubana, legítimos y a la vez sobregirados en actuación. Hasta que vino a cerrar la palabra humilde, centrada, revolucionaria de la visita. Algo así como: Muy lindo todo, muchas gracias...pero Argentina no es Cuba. Para nosotros la revolución no fue opción, fue necesidad...Nos tapaban las carencias y límites en recursos, la solidaridad se imponía naturalmente para sobrevivir, excluidos estábamos todos...nada que ver con Uds., donde considerables porciones participan de altos estándares de necesidades satisfechas...Por ahí.

La otra fueron unas cartas publicadas por Radar dirigidas a Carlos Marx. Se trataba de un imprentero de la primera ola inmigratoria al país, a quien se le había encargado la impresión de ejemplares de El Capital, en francés, porque era la única tipografía de la que se disponía. Respondía al reclamo de su jefe respecto de la tarea. Algo así como: La producción del lbro ha resultado exitosa, pero el punto es otro. Los camaradas han llegado a esta tierra generosa con sus oficios, saberes, ganas y hambre de progreso. A poco de estar se han afianzado como propietarios emprendedores. Gerenciadores individuales del propio patrimonio, herreros, agricultores, carpinteros, profesiones varias...Vea Don Marx, los camaradas se han vuelto patrones. Por ahí.

Así son las cosas. El país de la riqueza interminable está constituido por una población básicamente ortiba, reaccionaria, racista, soberbia, ombliguista, pagada de sí misma, represora, necia, insolidaria, al que el latiguillo liberal de "la meritocracia" y el "sálvese quien pueda" les cabe como anillo al dedo, desde antes que se lo legalizara la comunicación concentrada. Una población que se limpia el culo con "la Patria es el Otro" o "el Amor vence al Odio". Una población mayoritaria que consintió alegremente el 55, las sucesivas dictaduras "blandas" y el éxtasis inquisidor del 76.

Hay que despertar a eso cuando planificamos nuestras epopeyas liberadoras. No vamos a cosechar nada si no sembramos las semillas correctas en la tierra que tenemos, no la que imaginamos.