Self Remember.

18.01.2024

En mi tránsito por educar a la bestia he recorrido varias Escuelas. La Católica, la Universitaria, la Montonera, la Teatral, la del Cuarto Camino, para concluir con Italo Calvino: "Después de todo, el verdadero despertar se halla al dejar cualquier Escuela". En la última de las citadas, existía una herramienta fundamental, la necesidad del "Recuerdo de Sí" indispensable para cualquier trascendencia.

Ese fue mi primer impacto al conocer el primer libro de mi Compañera, Hermana y Amiga, Ana María Mozian. Lo tituló: "Soy lo que Recuerdo de Mí". Otra verificación de que los caminos de iluminación nos constituyen y conectan con planos superiores de entendimiento, aunque persistamos en desconocerlos.

El segundo impacto, que no el último, fue el sabor de lo propio verdadero en la narradora. La sencillez, la naturalidad, la poca afectación por lo pretencioso, que nos suele asaltar a los/as escritores noveles en el hallazgo de "originalidades", de "giros barrocos" y "profundidades improbables".

Una rica historia de vida expuesta como se vivió y sobre todo, como se recuerda, sin detenerse a saldar ninguna de las cuentas abiertas, sólo contarlas. Con frescura, sensibilidad, honestidad intelectual y emocional, registro sincero de las imperfecciones en el oficio de escribir y sin embargo, quizás por eso, superándolas exitosamente.

Una fiesta de confirmación de esta amistad que lleva años de luces y sombras. Un orgullo de reconocimiento por haber invertido en ella con el propio cuero de ambo/as. No encontré ninguna referencia personal a mi existencia en su vida y paradójicamene, estoy seguro de haber estado en esa cabeza de escritora, sobre todo para omitirme, Já!

Felicitaciones Ana María, ejemplo de transformación revolucionaria de su vida, su casa, sus afectos, sus aprendizajes...sus conclusiones.