Sócrates Pequeño...
Cada vez se menos,
como un Sócrates pequeño.
Las definiciones más simples
requieren, cada vez, más texto.
Salvedades, aclaraciones,
pretensiones y pretextos.
Se enreda el saber con lo aprendido,
la verdad con lo que quiero.
Comprensiones de años de trabajo
y experimento, se tiñen
dolorosamente de negro.
La finitud del plano que me toca
desmorona la soberbia afirmada.
El amor no es el odio, esta claro.
En todo caso el odio es su reverso.
Y no es acaso el reverso
la moneda? O son dos cosas,
en qué quedamos...
Es que una está fuera del espejo
y la otra su invertido reflejo.
Y cómo entonces puede reflejarse
un opuesto? Algo que afuera no es.
Lastimar lo que amamos es odio?
Parece que no, acaso un mal momento.
Me queda relajarme el saber
y ser con menos pensamiento.